Tanto para las grandes empresas como las pequeñas, el departamento de contabilidad es fundamental, ya que prácticamente todas las entradas y salidas de dinero pasan por esa área. Así que una buena contabilidad puede hacer la diferencia entre hacer crecer o no tu negocio. En cambio, una mala contabilidad puede comprometer el futuro de la compañía, pues las consecuencias podrían ser multas, sanciones e incluso investigaciones por parte del Servicio de Administración Tributaria, lo que significaría perder tiempo y recursos valiosos.
Por eso, hoy en AG Contadores queremos explicarte de cinco malas prácticas que debes evitar y que muchas veces los empresarios y emprendedores no se percatan de que los están cometiendo y perjudicando.
1. Falta de comunicación
La comunicación entre los contadores y la gerencia debe existir siempre. Cuidado con los contadores que solo entregan reportes y no explican. Un buen contador debe involucrarse, explicar su trabajo y orientar para tomar decisiones.
2. No realizar conciliación de cuentas cada mes
Como contador, conciliar puede ser un dolor de cabeza, pero es necesario para tu empresa hacerlo periódicamente. Al revisar tus registros con tus cuentas bancarias, podrás detectar errores antes de que se hagan demasiado grandes y hacer balances generales de tu salud financiera.
3. No contar con copias de seguridad
Hoy en día, los sistemas digitales han hecho el trabajo de contabilidad más práctico, pero no puedes confiar plenamente en ellos. Mantener una copia en papel de recibos, registros, cuentas y demás de forma organizada es imprescindible, sobre todo al momento de realizar auditorías tanto internas como externas (SAT).
4. No supervisar a tus contadores
Por más confianza que le tengas a un contador, siempre se tiene que supervisar que haga su trabajo de forma correcta. Ha habido muchos casos de errores graves de contabilidad, incluso fraudes, que se detectan después de mucho tiempo incluso cuando quien hizo el trabajo ya no labora en la empresa.
5. No actualizarse periódicamente
Las leyes fiscales y los métodos de trabajo están constantemente actualizándose. A veces más rápido de lo que te imaginas. Lo que en su momento se hacía de determinada forma, puede ya no ser útil en el futuro. Aparecen multas, sanciones e investigaciones donde antes no existían. Si tus contadores no se actualizan, tu empresa puede perder mucho tiempo y recursos por hacer más lento sus procesos o equivocarse por no hacer las cosas como lo pide la autoridad.
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